Zapatillas

Eva Perales

Propicios días a todos,

Fijaos lo que llevo sin actualizar el blog, que he estado a punto de dejarme en el tintero el propicios días que bien nos enseñó nuestro amigo John Spartan. Casi empiezo con un sosainas buenos días. En fin, pero no es eso de lo que quería hablar.

De lo que voy a hablar me afecta en parte directamente, porque soy, como muchos de vosotros en mayor o menor medida sabéis, una persona a la que poco le importan las apariencias que puedo dar de puertas afuera. Y ese es el mensaje que me gustaría transmitir hoy.

¿Acaso la gente no ha visto La Bella y La Bestia? ¿Dónde quedó eso de “la belleza está en el interior”? No lo sé, pero no anda cerca. Esta sociedad es pura apariencia. Os pido que me perdonéis hacer un comentario tan evidente, pero quiero dejarlo claro antes de proseguir. Y proseguiré de la siguiente manera, contando dos anecdotillas de mi vida; bueno, de la vida de los demás, todo lo vi por la tele, pero lo que vi me hizo pensar.

Una vez vi en un programa de zapping un casting de Factor X en el que un miembro del jurado, Eva Perales, intentaba ridiculizar a unos concursantes que fueron a cantar Reggeaton, o como Murphy quiera que se escriba. Ella afirmaba que era una música que resultaba completamente misógina y, en líneas generales, que resultaba vergonzosa. Eva aborrecía esa música. Yo, por mi parte, no diré que estoy de acuerdo con eso, pues no sé si atreverme a decir que eso sea “música”. Decir que Wisin y Yandel y Mozart se dedican a lo mismo, es mucho decir; no quiero meterlos a todos en el mismo saco, no, por dios.

Que sí, que será bailable, que será lo que tú me digas que sea. Lo que yo opino (cuestionable, por supuesto, como todo) es que es una puta mierda (ya me estáis haciendo hablar mal) y como esto es el Planeta de mi Verdad (donde vuestra verdad es bienvenida, por supuesto) se establece ese género como no musical bajo ordenanza municipal.

Total, que ya empiezo a irme por las nubes. Hasta ahí, más o menos bien con Eva Perales, pero hay una cosa que no me convenció, y es que se puso más farruca (o galla o chula) cuando los participantes ya habían abandonado aquel habitáculo, y eso no mola. Da la cara, demonios. Esa es una dichosa manía que tiene mi hermana pequeña y que me irrita como pica-pica en los ojos. Si tienes que decir algo, dilo, pero que yo (o el interesado de turno) te pueda oír y contestar.

Bueno, pues resulta que hubo un día que así lo hizo, pero me enervó. Por lo visto en un extracto de un zapping, no sé si “APM?”, vi otra intervención de Eva. En este caso recriminaba a un chico por haber venido al casting en playeras (o playeros, para los lectores asturianos) y por ahí no paso. Cabe decir varias cosas: no he visto el casting de nuevo; lo busco pero no lo consigo encontrar (si alguien lo hace, que no dude en avisarme); era un casting y estaba sacado de contexto; el tío tenía pinta de ser un poco zote (son los estereotipos hablando, no yo) al responder “¿Qué, no te gustan mis bambas?”. En fin, que estoy confiando en mi recuerdo, nada más, y soy el único de quien os tenéis que fiar para que esta historia tenga sentido.

Pero fuera como fuese, y volviendo a lo que decía sobre mí mismo, creo que no hay por qué meterse con las zapatillas. Soy un tío que va en playeras a todos sitios, más que nada por una razón, prefiero mil veces la comodidad que me proporciona este calzado que lo que tú (seas quien seas) puedas pensar (de forma altamente injustificada) por llevarlo. Si fuese mujer sería de las que nunca llevan tacón. No digo tampoco que no haya que llevar zapatos nunca, como a una boda o a una gala importante o qué se yo, pero ¿un casting de Factor X? zapatillas se ha dicho. Espero que al concursante lo eliminaran, si es que lo hicieron, por no cantar bien, y no por su manera de taparse los pies. ¿Acaso será que Eva Perales quería saborear ese humor ácido y punzante que suele utilizar Miki Puig? Por cierto, no sé si seré el único que ve el parecido (¿o imitación?) de Miki Puig y Simon Cowell, miembro del jurado de las versiones similares en Estados Unidos y Reino Unido, en su manera de tratar a los concursantes. Estilo que, ojo, no diga que sea malo.

Bueno, habiendo recapacitado sobre lo arriba dicho, resulta que un día de este pasado fin de semana, acabé poniendo la MTV y estaban dando videos musicales (hecho insólito de por sí pero que no es lo que pretendía contar), más específicamente un video de Lady Gaga: Bad Romance. Era un programa llamado Karaoke Box y que ponía las letras debajo del video. Total que mientras leía lo que decía la canción de Gaga, vi, de nuevo, que esa mujer tenía más dotes artísticas de las que pensé en un primer momento. No sé, llamadme idiota, pero ver el título de dos películas de Hitchcock en sus letras me hizo ilu.

No, no me gusta Lady Gaga ni su música (aunque podría escuchar un disco suyo sin mayor reparo), pero la aprecio como artista. El que haya seleccionado su nombre a partir de una canción de Queen ya me gusta. Y tengo que reconocer que en su momento me comporté como un verdadero idiota, haciendo chistes dignos de jardín de infancia como llamarla “Lady Caca” y demás. Pero poco a poco me di cuenta de esas pequeñas cosas que no hace cualquiera la hacían especial, era una artista, y yo me burlé de ella

TOTAL, lo que intento decir es que los juicios a la ligera crean opiniones huecas y, muy posiblemente, alejadas de la realidad. Abrí la boca y dije cosas de bocazas antes de conocer realmente a Lady Gaga, y me equivoqué. Aprended de mis errores, o recapacitad sobre los vuestros, pues ¿Quién es el valiente que nunca ha juzgado sin conocer? Somos humanos y erramos, pero intentemos hacerlo cada vez menos.

No se trata de ser perfectos, sino de perfeccionarnos, sigamos caminando para ser mejores. Por mi parte intentaré evitar estos juicios a la ligera, aunque seguiré vistiendo zapatillas. Sin más…

Namaste y buena suerte

 PD. No olvidéis comentar, que hace mucho que no leo comentarios y lo echo de menos.